El sol brillaba en lo alto del cielo azul, y sus cabellos dorados resplandecían cual oro, los pies descalzos acariciaban la hierba verde, mecida por la brisa fresca llegada de los ríos que atravesaban las montañas, en sus ojos se reflejaban los árboles, los pájaros, la vista entera de su pueblo viviendo en plena armonía...

Pero solo se trataba de un sueño, un mero recuerdo de su anterior vida, ahora vivía en un sitio oscuro, lúgubre, donde en sus ojos solo se reflejaba el horror de un futuro peor, sus cabellos ya no tenían el mismo brillo que antes, y sus pies descalzos ahora pisaban tierra seca, sin planta alguna, todo había sido arrasado, el pueblo entero, los ríos secos y las montañas parecía que poco a poco se alejaban más.

Aunque sus ojos se apagaban ante aquella visión tan horrenda, su piel se iba marchitando y sus labios resecando, su belleza continuaba siendo perfecta, era una belleza paralizada por la oscuridad, una belleza única...