dimarts, 26 de febrer del 2013

Basta ya de lamentos, de promesas que no se cumplen, estoy harta de esperar algo que nunca llega, esperar situaciones que aunque se busquen no vienen a mí, ese vacío que sentía en mi interior intenté llenarlo con caricias, besos, miradas y palabras que nunca han existido...

No me digas que he cambiado, no me reproches que no soy la misma, aquella chiquilla asustada, que con una sola mirada tuya se derretía delante de ti, pues esa chiquilla ya no existe, está enterrada bien hondo para que nunca pueda volver a salir.
No me digas que no quieres creerlo, o dilo, pero a mi me dará igual, pues ahora es mi mirada la que observa con indiferencia todo lo que pasa a su alrededor, ahora soy yo la que dejo una estela de llamas y ceniza a mi paso, pues nunca más me tomarán por inocente e ingenua.

Si, inocente e ingenua dos palabras escuchadas por mis oídos un centenar de veces pero que ahora carecen de sentido como todo aquello que en antaño sentía, pues en mi interior arde un fuego puro pero a la vez terrible, capaz de arrasar todo a su paso, alimentándose de almas que se engañan a si mismas fingiendo ser algo que no son...

Que no te confundan mis alas, pues no soy un ángel, ni mucho menos... Alzo el vuelo para poder ver mejor mi creación, toda esa luz echada en la oscuridad para crear un agradable y tórrido mundo de tinieblas.

dilluns, 25 de febrer del 2013

Cada día me prometo que va a ser el último, estoy sola en mi casa pensando que no puede ser tan difícil no pensar en todas esas situaciones en la que a lo largo de estos años nos hemos encontrado...
Me doy una ducha con agua fresca para que se me aclaren las ideas, pero hoy mi mente ha decidido que eso no va a ser suficiente.

Me mentalizo, estoy lista y no es para tanto, un saludo como el de todos los días, pero de pronto ahí está esa sonrisa que me hipnotiza, esa mirada en la que podría perderme eternamente.
Respiro hondo, pero mi corazón empieza a aumentar sus latidos, los oigo tan fuerte que temo que los demás los escuchen.
Pero eso no es lo que más me preocupa, sino el momento en que tus suaves manos toquen mi mejilla lentamente, esos dedos deslizándose por mi piel que escribe un verso con cada caricia...
Tu rostro a escasos metros del mío, esa sonrisa con la que me desarmas y haces que mis mejillas cojan un color rojizo...

Por mi cabeza pasan muchas cosas, muchos pensamientos que derivan en sentimientos, en momentos, recuerdos... pero que finalmente se reducen a tres simples palabras; Amor, Amigos y Secretos...
Hagamos el amor, Quedemos como amigos y Guardemos el Secreto...

No puedo seguir negando que mis sentimientos son un simple sueño y que en cuanto despierte desaparecerán, pues estoy despierta ya. 

dilluns, 18 de febrer del 2013

Piel clara como la luz brillante la luna llena en una noche despejada, ojos como dos perlas con vida propia, el pelo suave como la seda cae sobre sus hombros desnudos incitando a apartarlo con un simple movimiento de mano. Ingenua e inocente, tan pura que casi es imposible de creer que sea real.

Todo lo contrario que su compañero de vida, de viaje, pues se ha enfrentado a numerosas situaciones que lo han ido desgastando, haciendo que parezca algo que no es, en su rostro se refleja el horror del mundo, las calamidades a las que ha tenido que ser sometido para llegar donde esta ahora.
Fiero, testarudo y tan realista que puede llegar a causar miedo.

Pero no a ella, el único miedo que siente su cuerpo es el de perderle, el de no volverlo a ver, no sentir sus historias sobre la vida, no perderse en esos ojos cansados pero a la vez profundos y serenos que hacen que cualquier problema pueda desaparecer.
Él no llega a comprender como alguien como ella, como ese ángel ha querido quedarse con él en vez de salir huyendo como todo el mundo había hecho hasta ahora, no comprende que lo que a ella le importa es el interior, es la ternura con que la trata, las caricias que aunque a veces sean ásperas para ella son las mejores del mundo.

Son diferentes, y por eso se complementa.
Son el Ying y el Yang.
El Sol y la Luna.
El frío y el calor.
La Bella y la Bestia. 

diumenge, 3 de febrer del 2013

Nunca pensó que le pudiese pasar a ella.
Siempre le recordaban que mirase bien el gas, que estuviese todo bien cerrado, ya que uno de sus muchos vicios era el tabaco, y una pequeña fuga de gas podría llevarse su vida por delante.

Pero ahora ya es tarde, pues ahí se encuentra, entre cuatro paredes chamuscadas por las llamas del fuego, ahora ya extinto, mirando su propio cuerpo inerte que solo podrían reconocer por una cosa llamada ADN.
Se pregunta que como puede ser que ella, que tenia toda una vida, que era alguien, que pensaba, hablaba, lloraba, acariciaba, besaba...Pueda haberse convertido en un cuerpo carbonizado, negro como el carbón, en algo sin vida, en algo que no es ella...

Una luz resplandeciente brilla a sus espaldas, y parece mucho más bonita que la visión que tiene ahora mismo ante ella, así que decide seguirla, llegando hasta una ventana, donde los cristales que la adornaban están esparcidos por el suelo, que ella pisa sin que le duela.

Ante ella se abre paso el paraíso, o al menos es lo que quiere creer, para dejar todo lo ocurrido atrás y empezar una nueva vida.

Una vida sin traiciones, decepciones, tristezas...
Una vida que se pueda forjar ella misma donde sus propias decisiones no puedan hacer de ella un simple conjunto de ceniza negra y condenada a desaparecer en el recuerdo de nadie...