Hay algo en mi interior que se muere por salir, que me mata poco a poco, me quema el alma, sin importarle el sufrimiento que pueda causar en mi mente.
Sé fuerte, dicen algunos. Ten coraje, dicen otros...
Lo que no saben es que en mi interior vive el mal personificado, en mi interior se abrasa cada uno de mis células, lucha por salir a flote, por crear maldad, destruir cada cosa a su paso.
La moral me dice que lo deje encerrado, que no salga, que lo mantenga fuera del alcance del mundo, de la vida misma, es un esfuerzo que no se si estoy dispuesta a realizar, por que, ¿qué ocurriría si dejasen de importarme los demás? ¿qué ocurriría si por una vez pensase en mí?
Lo haré, por una vez en mi vida me dejaré llevar, dejaré que esta pasión, este desenfreno, esta maldad me consuma, me posea, esta fuerza que hay en mi interior me da a elegir, mi vida o la de ellos...
Puede parecer inhumano, cruel tal vez, pero todo el mundo en situaciones extremas es egoísta, y el que diga lo contrario miente, o es más inocente de lo que se cree, hablo por propia experiencia, ya que yo era así...
Tengo que elegir, pues bien, eso está hecho...
Y me elijo a mí.
Que empiece la fiesta.
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