dimarts, 30 de juliol del 2013

Algunos de los mejores momentos de tu vida son aquellos que no le puedes contar a nadie.
Todo empezó siendo algo tímido, sin darle importancia, no sabía porqué me ocurría a mí, yo no era así, tendría que haber parado cuando tuve la oportunidad.

Lo intenté, estuve mucho tiempo sin hacerlo, sin encontrarme en aquella situación que me producía taquicardia, que hacia sentirme mal, y al mismo tiempo bien, esa situación que me hacía más reír que llorar, no sabía que me pasaba pues de la manera en que el tiempo pasaba, menos podía alejarme, más necesitaba esas sensaciones, esas risas... me estaba enganchando...

No fue algo que yo pedí, vino sin previo aviso, y creía controlarlo, tenerlo asegurado dentro de mí, me decía a mi misma que podría parar cuando quisiera, pero solo hacía que mentirme, a medida que pasaba el tiempo ocurría más a menudo, dejaba la mente en blanco, no pensaba, y lo peor que puede hacer uno es mentirse a sí mismo.

Por eso aquí y ahora digo basta de engañarme, lo acepto, no es fácil, pero es así, es algo que me hace tener mil sentimientos a la vez, siento como si cada día que pasa algo muriese en mi interior, mis sentimientos cambian continuamente, no puedo controlarlo, lo necesito, y no me arrepiento de nada, cierto que me esta destrozando la mente, mi interior, ya no soy la misma... ¿a caso los cambios no son buenos? ... eso nadie lo sabe...

Ahora lo entiendo, soy adicta, pero no me arrepiento...
Mi cabeza solo piensa en la próxima vez...

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada