No se como he podido llegar hasta tal extremo, pues hace nada no era nadie, una humana más, con sus típicos problemas, sus pensamientos sin sentidos, los cuales por aquel entonces lo eran todo para mi.
Ahora todo eso queda atrás, desaparece con mi yo anterior, con la que un día fui, una chiquilla que no se preocupaba por nada más que el aspecto y el que pensarán...

La tentación ha llegado a mí, me pide cosas que nadie en su sano juicio haría por nada del mundo, lo que me llevó a plantearme que grado de juicio tenia dentro de mí... llegando a la conclusión de que carecía de él.
Dejé los prejuicios a un lado, me junté con quien cambió mi vida, alguien que me ofreció lo que, sin saberlo hasta ese momento, llevaba buscando toda una vida, algo con lo que lidiar el día a día, un poder con el que soñaría cualquier humano, incluso cualquier ser que se enterase de su existencia...

He visto la cara de la corrupción, la cara del mal, de la oscuridad, todas ellas juntas en un mismo ser, que me ha elegido a mí para acompañarlo en el camino de la eternidad, mi indecisión nunca me ha llevado por buen camino, así que quito todo pensamiento de mi atormentada mente, para dejar paso a una realidad más oscura, tétrica y eterna.