Escucho los susurros de los pájaros, las hojas que intentan guiarme por los otros sentidos ya que la vista nunca volverá a ver...
Pero no lloréis por mi, ahora puedo oír el el susurrar de la naturaleza, el tacto del viento contra mis delicados dedos que nunca volveré a ver...
Unos pasos tras de mí me dicen que no me preocupe que todo saldrá bien, que estoy a salvo y que aunque no sea capaz de ver a través de mis ojos, preciosos antaño, los otros sentido me servirán de guía para sobrevivir en este mundo...
Poder volver a correr a través del bosque, sin miedo a darme de bruces contra nada, observar de forma distinta la naturaleza, tocarla, comprenderla...
Ayudarla...

Pues ahora soy parte de ella.
Soy el viento que susurra a tu oído.
Soy las hojas que caen y las hojas que se mantienen firmes en el árbol.
Soy la lluvia que roza tu piel y recorre todo tu cuerpo.
Soy la tierra que pisas y tus pies cuida.
Soy Gaia.